Si tras ganar el Campeonato del Mundo el seleccionador Pepu Hernández recordaba a todos que nunca se perdiera de vista lo importante de aquel hito, es decir, el BA-LON-CES-TO, tras el ascenso a Segunda División B conseguido en la tarde de hoy por el deportivo Aragón todos haríamos bien en recordar lo importante de una palabra: CAN-TE-RA. El éxito culminado hoy se cimenta en una plantilla cuya principal característica, más allá de su juventud, está en que el 90% de la misma, así como los dos cuerpos técnicos que la han dirigido, proceden de Aragón. Más allá de los dos fichajes de fuera de la Comunidad Autónoma (el portero vasco Jagoba Zárraga y el medio extremeño Carlos López, cuya presencia roza lo testimonial), la permanencia del menorquín Xiscu y la fulgurante aparición del juvenil brasileño Raí, ya con contrato profesional, el resto de la escuadra es netamente aragonesa. Un ADN que debería ser santo y seña permannte del Deportivo Aragón y hacer gala así al recuperado nombre del equipo filial zaragocista.
A pesar de que ha sido Javi Suárez quien ha comandado con acierto a este grupo hasta el ascenso, sería injusto negar el peso que la figura de César Laínez ha tenido en el mismo. El ahora entrenador del primer equipo zaragocista trabajó ya el año pasado para conseguir el retorno a la categoría de bronce del filial y por dos veces no pudo conseguirlo, el filial mallorquinista y el Palencia se interpusieron en su camino. Esta temporada, con una plantilla más joven y que presentaba más dudas sobre su inmediato rendimiento, dejó tan encarrilada el título de Tercera División, gobernando el grupo aragonés comn mano de hierro, antes de dar el salto al banquillo de La Romareda que tan sólo con seguir la estela de su trabajo podríamos decir que se ha conseguido este ascenso.
El partido disputado hoy en La Planilla ha sido un partido sin historia, de esos que abundan en las últimas jornadas de liga entre equipos con poco o nada en juego, infructuoso dominio local y reparto de puntos final. Sin embargo, lo que esta tarde había en juego era algo mucho más importante, nada menos que el ascenso a la Segunda División B. El marcador del partido de ida (4-1) ha hecho que los de Javi Suárez jugarán siempre con un ojo puesto en el electrónico y otro en el freno de mano; al final, eso bastó para alcanzar el objetivo. La única novedad de la entrada en el once de Xiscu en detrimento de Raí no supuso una variación el dibujo pero sí se manifestó un cambio de actitud, tan lógica como intuible en la previa. El filial esperó de salida a su rival, cuyo único peligro llegaba en los balones laterales o las jugadas de estrategia; con el transcurrir de los minutos los de Javi Suárez fueron dando pequeños pasos hacia delante aunque poco o nada inquietó al meta local Txerra.
El encuentro transcurrió entre la ilusión local, muy disminuida con el paso de los minutos, y la esperanza visitante de llegar con tranquilidad al desenlace final. Sólo la entrada de Raí y sobre todo de Buenacasa animaron el juego del filial que sólo entonces buscó cierta profundidad en sus ataques. En el área defendida por Chueca el meta aragonés era dueño y señor y daba la necesaria seguridad al resto de sus compañeros: impecable hoy el guardameta, quizás el mejor sobre el césped calagurritano.
La explosión de felicidad final debe hacernos reflexionar a todos -afición, medios, técnicos y dirigentes deportivos de la entidad…- que quizá uno de los mayores tesoros a los que poder aferrarse en estos oscuros años es la cantera; sintomático resulta que hoy mismo haya sido Jorge Pombo, comandante en plaza de este grupo de canteranos que han conseguido el ascenso, haya marcado el gol que casi da la permanencia al primer equipo. Tengamos pues siempre presente esa palabra para el futuro más inmediato: CAN-TE-RA. Dejar pasar la oportunidad de aprovechar a las generaciones venideras salidas de la Ciudad Deportiva sería un delito de gravedad mayúscula.
Hoy sólo podemos decir FELICIDADES y GRACIAS a quienes han conseguido este ascenso a Segunda División B, jugadores cuerpos técnicos, auxiliares, delegado… todos ellos forman esa pequeña familia que es el Deportivo Aragón, espejo y meta de tantos y tantos chavales que día tras día, mes tras mes, temporada tras temporada, crecen en la Ciudad Deportiva, hoy un pedacito de este ascenso seguro que también lo sienten como propio.
¡¡¡Aúpa Deportivo Aragón!!!, ¡¡¡Aúpa Real Zaragoza!!!
Alineación
Chueca; Delmás, Jorge Guti, Zalaya, Lasure; Bernal, Raúl Guti, Nieto; Aparicio (m. 70 Buenacasa), Roy (m. 89 Soro)y Xiscu (m. 67 Raí)
Amonestaciones
Xiscu y Raúl Guti
Puntuaciones:
Chueca: 4. Muy seguro toda la tarde. Realizó un par de intervenciones de mucho mérito. El mejor hoy
Delmás: 3. Menos incisivo que otras veces, resolvió con acierto el trabajo defensivo.
Lasure: 3. Trabajó bien tanto en defensa como cuando se incorporó al ataque.
Zalaya: 3. Los calagurritanos aprendieron la lección del domingo pasado y taparon bien la salida por su lado. Contundente en defensa, un seguro.
Jorge Guti: 4. Partido a su medida. No se complicó y bregó con todos los locales que intentaron llegar a las inmediaciones de Chueca.
Bernal: 3. Sobrio en un partido que le pidió más en el corte que en la salida de balón. Se ofreció siempre.
Raúl Guti: 4. Incansable. Apareció tanto en defensa posicional como en la presión, sólo le faltó pisar el área rival.
Nieto: 4. Gran parte del peligro llegó desde sus botas, se atrevió con el disparo de media distancia.
Roy: 3. Otro al que tomaron la matrícula en el partido de ida. Hoy maniatado.
Aparicio: 3. Buscó el desbordé y sólo la dureza local pudo frenarle.
Xiscu: 3. El partido, con el balón más en el aire que a ras de cesped, le venía fatal a sus características, aún así lo peleó todo hasta que cayó lesionado.
Raí: 2. Una sombra. Desacertado y sin encontrar su sitio en el partido. No es delantero centro.
Buenacasa: 3. Se reivindicó: leyó las necesidades del partido en cada momento, ahora pausa, luego profundidad. Sólo su escasez de minutos le privan de una nota mayor.
Soro: s/c. Testimonial aparición hoy de un jugador llamado a hacer cosas importantes en un futuro cercano.
Por Dani Marcén
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